jueves, 13 de septiembre de 2012

Mexicanos Ilustres

En esta ocasión hablaremos de algunos Mexicanos que se atrevieron a sobresalir, a mostrar


Carlos Prieto Jacqué 

Es un violonchelista mexicano, hijo del industrial Carlos Prieto Fernández de la Llana quien fuera Director de la compañía Fundidora Monterrey. Se trata de uno de los chelistas más respetados, que interpreta con frecuencia las obras compuestas para él por compositores latinoamericanos, estadounidenses y europeos. Prieto toca un chelo Stradivarius, llamado El Piatti por Carlo Alfredo Piatti, y que el propio intérprete apoda afectuosamente «Chelo Prieto». Es promotor de la música contemporánea realizada con instrumentos tradicionales de compositores latinoamericanos. 



Octavio Paz

Paz comenzó a escribir a una edad temprana. En 1937 realizó un viaje a Valencia, España, para participar en el Segundo Congreso Internacional de Escritores Anti-fascistas. Tan rápido como regresó a México en 1938, fue uno de los fundadores de la revista Taller, que marcó el surgimiento de una nueva generación de escritores en México, así como una nueva sensibilidad literaria. En 1943 viajó a los Estados Unidos con la beca Guggenheim, para adentrarse en la poesía modernista Anglo-Americana. Años más tarde se incorporó al servicio diplomático mexicano. Fue enviado a Francia, donde escribió El laberinto de la Soledad, su estudio fundamental sobre la identidad mexicana. Participó activamente, junto con André Bretón y Benjamín Péret, en varias actividades y publicaciones de tinte surrealista. En 1962 fue designado embajador en la India, etapa importante en el trabajo del poeta, como da cuenta en los múltiples libros que escribió durante su estancia en ese país, especialmente La Gramática del Mono y La Cuesta del Este. Sin embargo,en 1968, dimitió a su cargo en el servicio diplomático en protesta contra el gobierno por las demostraciones de represión contra los estudiantes en Tlatelolco, previo a los juegos olímpicos en México. Desde entonces, Paz continuó su trabajo como escritor y editor, fundando dos importantes revistas dedicadas a las artes y la política: Plural (1971-1976) y Vuelta (1976-1998). En 1980 fue nombrado doctor honorario en Harvard. Los premios recientes incluyen el Miguel de Cervantes en 1982, el más importante del mundo de habla hispana, y el Nóbel de Literatura en 1990.




Mario J. Molina

Durante la década de 1960 cursó estudios en la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México. Realizó estudios de postgrado en Alemania, y obtuvo el doctorado en la Universidad de California, Berkeley, en 1972. Vinculado al Instituto Tecnológico de Massachussets desde 1989, adquirió la ciudadanía estadounidense y fue nombrado profesor titular en 1997.
Además de su trabajo docente, realizó una fructífera labor de investigación, interesándose, sobre todo, por el problema ambiental. Molina se convirtió en un científico renombrado por sus contribuciones al conocimiento de la naturaleza química de la atmósfera terrestre, en particular de la estratosfera. Fue uno de los primeros científicos en alertar al mundo sobre el peligro que representan para la capa de ozono los clorofluorocarbonos (CFC) empleados en aerosoles, refrigerantes y solventes, tanto de uso industrial como doméstico. Desde 1974 divulgó sus descubrimientos sobre esta materia y asesoró a empresas e instituciones públicas y privadas. Puesto que su descubrimiento afectaba intereses de poderosas compañías químicas, Molina y Rowland tuvieron que defender su teoría ante la sociedad y los políticos. Al final, las grandes empresas fabricantes de esta "sustancia maravillosa", como llegó a ser considerada por su estabilidad química, reconocieron el hecho.


No hay comentarios:

Publicar un comentario